Con todos los medios a su alcance, Ramón graba otra colección de canciones -esta vez no hay colaboraciones en la composición y firma todos los títulos- en la que ahonda en los temas de siempre: el erotismo explícito de «¡Ayúdame! (no soy un héroe)», lo autobiográfico de «Dos vidas» o el compromiso político de «Forjas y aceros».
Una canción dedicada a Barcelona, «Mujer de mar», cierra un disco que, aunque de excelente factura, baja el listón en algunos momentos -«Dónde está tu sujetador» o «Ese señor de blanco»- y se resiente de ese sonido «ochentas» del que Ramón había conseguido escapar hasta este momento.
La banda, que llevaba mucho tiempo trabajando, empieza a dar síntomas de cansancio y la compañía no apuesta por el álbum todo lo necesario. Algo incomprensible atendiendo a las ventas más que sobresalientes cosechadas por sus dos últimos discos.
Aún así, logra vender 80.000 copias. Empezaba a resquebrajarse el edifico que tanto había costado construir. Es su primer álbum editado en CD, con descuido manifiesto: «Se cargaron todo el arte del disco. Discutía con el tipo de la compañía quién le regalaba a la gente la lupa para que pudieran leer las letras».
Autor & Fuente: Gabriel Abril
CANCIONES
¡Ayúdame! (No Soy Un Héroe)
Dos Vidas
Bailando En La Acera
Ese Señor De Blanco
Desde Mi Ventana
Forjas Y Aceros
Fe Ciega
No Sé Que Me Pasa
¿Dónde Está Tu Sujetador?
Mujer De Mar