En el año 82 rodé una película francesa que se tituló Un été d’enfer (Verano Infernal). Era una producción totalmente gala con algún técnico español y dos actores de aquí, Joaquín Hinojosa y yo, la dirigía Michael Schock y la protagonizaba la gran estrella, en ciernes, del cine francés Thierry Lhermitte y un grupo de actores de aquel país muy conocidos. Rodamos en Madrid y alrededores y fue tan caótico como divertido. La producción era un despropósito y los actores estaban enfrentados entre sí y contra el director a su vez. Y en medio yo, haciendo mi papel de camello amigo del chico, Riton, (Gómez), y conduciendo un interminable Cadillac por las afueras y la Moraleja. Rodábamos en francés pero el técnico de sonido directo era un incapaz, tanto q acabamos todos doblados, incluyendo los actores franceses!, con lo que me costó clavar mis diálogos. Alguno llevaba escrito en el salpicadero del buga. El caso es que la peli salió regular pero tuvo un cierto éxito en el sur de Francia y el Norte de África. Era muy divertido ir por allí y la gente saludando y pidiendo autógrafos…
Como podéis imaginar, un buen número de escenas se suprimieron y la cosa quedó como quedó. Para mí un muy divertido recuerdo, un puñado de amigos y un documento de como los años SÍ pasan.
No es necesario que os cuente como fueron esas dos semanas, después de cada jornada, en un Madrid irrepetible conmigo de anfitrión de ese grupo de actores que no daban crédito a lo que aquí estábamos viviendo, hoy difuminado entre el documental interesado, la memoria bastarda y el recuerdo nublado.
Os dejo este fragmento, espero que lo disfrutéis!